Watermelon Communications -- Patrick Michael, un comentarista especializado en Medio Oriente, escribió: Energía, estrategia y seguridad; estos tres parámetros han definido y dado forma a las relaciones entre Rusia y en el Medio Oriente en el período posterior a la Guerra Fría. A nivel microcósmico, esto también es cierto en el caso de los vínculos entre los EAU y Rusia.
Mientras que la energía crea interdependencia y hace que asociarse sea la única opción viable en discusión, la seguridad y la estrategia continúan siendo una complicada maraña.
A medida que Putin se embarca en otra visita significativa al Golfo —básicamente a los EAU y a Arabia Saudita— es hora de revisar los tres parámetros. Un buen punto de partida es la transformación de puntos de vista y de estrategias sobre la provisión de energía.
Un acuerdo amplio acerca del recorte de la producción es fundamental considerando la presión sobre el precio del petróleo a raíz de una economía mundial lenta. No hay nada más fructífero para la industria y la economía que los grandes proveedores trabajando de modo coordinado, y Rusia “valora profundamente la considerable contribución que los EAU están haciendo a la cooperación petrolera mundial bajo la OPEC”.
La visita de Putin a los EAU es otro testimonio de la función primordial que el país anfitrión está cumpliendo en el nuevo orden mundial que se perfila como resultado del mayor compromiso ruso en esta parte del mundo.
Con un volumen de comercio entre los EAU y Rusia que alcanza los 3400 millones de USD en 2018, se ha vuelto importante que ambas partes se comprometan a distintos niveles.
Funcionarios de ADNOC han conversado recientemente con sus colegas rusos para discutir oportunidades de inversión con Rusia en un intento por expandir aún más la asociación estratégica para la producción de hidrocarburos y GNL. Mubadala también tiene interés en aumentar sus inversiones en Rusia.
Rusia y los EAU también están de acuerdo en enfriar la tensión en la región, empezando por Yemen. Además, concuerdan en evitar que Irán ponga en peligro la provisión de energía y genere caos.
Sin embargo, el aspecto de la seguridad es el que tiene mayor importancia. Los ataques a plantas petroleras en los últimos meses preocupan a ambos lados, ya que ninguno puede permitirse interrumpir la provisión, y mucho menos un ambiente de seguridad en el que los terroristas y los países que los respaldan llevan la batuta.
Con la inminente visita de Putin, los EAU están destinados a cumplir una función fundamental en la definición de la agenda y asumiendo un papel protagónico en el recién surgido orden mundial.
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